Cuando estamos desesperados por resolver algo que nos sucede, no lo podemos hacer porque estamos inquietos, agitados y eso no nos permite estar en sintonía con el flujo de información que necesitamos para encontrar la solución. A veces no estamos concientes de la solución porque nuestro espíritu requiere de serenidad para poder entender la solución.

Cuando se presente un conflicto y nos ocasione inquietud, lo mejor es no tomar ninguna decisión en ese momento. Dejar que pase un tiempo hasta tener nuestras emociones y nuestros pensamientos lo suficientemente serenos y apacibles para encontrar la respuesta que necesitamos.

Si pedimos ayuda al Cielo con el pensamiento o de viva voz, el Universo completo actúa para llenar ese vacío y nos entrega lo que necesitamos. Recuerda que lo único que hay que hacer es PEDIR AYUDA… siempre llegará… jamás estás solo.

Que los ángeles acompañen tu camino.                                             Vicky Flores

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