Oraciones para Enfermos

Cuando sientes dolorarcangel rafael2

“Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, que nos consuela en toda tribulación nuestra”    2a. Corintios 1, 3-4

 

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Oración en la prueba (Salmo 30)

 “En ti, Dios, me cobijo,

¡nunca quede defraudado!

¡Líbrame conforme a tu justicia,

tiende a mí tu oído, date prisa!

Sé mi roca de refugio,

alcázar donde me salve;

pues tú eres mi peña y mi alcázar,

por tu nombre me guías y diriges.

Sácame de la red que me han tendido,

pues tú eres mi refugio;

en tus manos abandono mi vida

y me libras, Yahvé, Dios fiel.

Me alegraré y celebraré tu amor,

pues te has fijado en mi aflicción,

conoces las angustias que me ahogan;

ten piedad de mí, Dios,

que estoy en apuros.

La pena debilita mis ojos,

mi garganta y mis entrañas;

mi vida se consume en aflicción,

y en suspiros mis años;

pero yo en ti confío, Yahvé,

me digo: «Tú eres mi Dios».

Mi destino está en tus manos, líbrame

de las manos de enemigos que me acosan.

Que brille tu rostro sobre tu siervo,

¡sálvame por tu amor!

Dios, no quede yo defraudado

después de haberte invocado;

¡qué grande es tu bondad, Dios!

¡Y yo que decía alarmado:

«Estoy dejado de tus ojos»!

Pero oías la voz de mi plegaria

cuando te gritaba auxilio.

¡Tened valor, y firme el corazón,

vosotros, los que esperáis en Dios!”

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 ORACIÓN DURANTE LA PRUEBA

 Oh, Señor,

ve delante de nosotros, para guiarnos;

ve detrás de nosotros, para impulsarnos;

ve debajo de nosotros, para levantarnos;

ve sobre nosotros, para bendecirnos;

ve alrededor de nosotros, para protegernos;

ve dentro de nosotros, para que,

con cuerpo y alma, te sirvamos para gloria de tu nombre.

 separador (1)LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS:

«No te angusties en tiempo de adversidad»

Eclesiástico 2, 1-22

 “Hijo, si te acercas a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba. Endereza tu corazón, mantente firme, y no te angusties en tiempo de adversidad. Pégate a angel palomaél y no te separes, para que seas exaltado en tu final. Todo lo que te sobrevenga, acéptalo, y en las humillaciones, sé paciente. Porque en el fuego se purifica el oro, y los que agradan a Dios, en el horno de la humillación. Confía en él, y él te ayudará, endereza tus caminos y espera en él. Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia, y no os desviéis, no sea que caigáis. Los que teméis al Señor, confiad en él, y no os faltará la recompensa. Los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo eterno y misericordia. Fijaos en las generaciones antiguas y ved: ¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado? ¿Quién perseveró en su temor y fue abandonado? ¿Quién le invocó y fue desatendido? Porque el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en tiempo de desgracia. ¡Ay de los corazones cobardes y las manos inertes, y del pecador que va por dos caminos! ¡Ay del corazón decaído, que no tiene fe!, porque no será protegido. ¡Ay de vosotros, los que habéis perdido la esperanza!

¿Qué haréis cuando el Señor venga a visitaros? Los que temen al Señor no desobedecen sus palabras, los que le aman guardan sus caminos. Los que temen al Señor buscan su agrado, los que le aman cumplen su ley. Los que temen al Señor tienen el corazón dispuesto, y se humillan delante de él. Caigamos en manos del Señor y no en manos de los hombres, pues como es su grandeza, así es su misericordia.”

Guía: Palabra de Dios.

Todos: Te alabamos, Señor

separadorORACIÓN DEL ENFERMERO O ENFERMERA Y DE QUIEN ATIENDE A ENFERMOS O HERIDOS

Señor, tú que sabes mi deber de asistir a los enfermos, haz que ANGEL_D~1yo les sirva no solamente con las manos sino también con el corazón: haz que yo los consuele.  Amén.

Señor, tú que has tenido piedad para todo sufrimiento humano, haz fuerte mi espíritu, seguro mi brazo al curar a los enfermos y al auxiliar a los heridos; pero conserva sensible mi alma al dolor ajeno, delicada mi palabra, dulce mi trato, paciente mi asistencia. Amén.

Señor, tú que has creado la naturaleza humana compuesta de alma y cuerpo, infúndeme respeto por la una y por el otro, enséñame a consolar el alma afligida curando el cuerpo enfermo. Amén.

Señor, tú que has dicho es hecho a ti el bien que se prodiga a los que sufren, haz que te vea a ti en ellos y a ellos en ti. Amén.

Señor, tú que has prometido no dejar sin premio ni siquiera un vaso de agua dado por amor, concédeme la recompensa que sólo tú puedes dar a este mi trabajo que quiero cumplir con piedad y con amor. Amén.

Y tú, María, consoladora de los afligidos y salud de los enfermos, sé también para mí maestra de sabiduría y madre benigna. Amén.        (Paulo VI)

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ORACIÓN PARA OFRECER LOS SUFRIMIENTOS

Mi Dios, pongo a tus pies mi fardo de sufrimientos, de tristezas, de renuncias; ofrezco todo por el corazón de Jesús y pido a tu amor que transforme estas pruebas en alegría y santidad para los que amo, en gracia para las almas, en dones preciosos para tu Iglesia. En este abismo de desgaste físico, de disgustos y cansancio moral de tinieblas, ¡deja que pase un rayo de tu triunfante claridad! O mejor, haz que todo este mal sirva para el bien de todos. Ayúdame a ocultar el despojamiento interior y la pobreza espiritual bajo la riqueza de la sonrisa y bajo los esplendores de caridad. Cuando la cruz se torne más pesada, pon tu dulce mano bajo el fardo que tú mismo permitiste sobre mi cuerpo adolorido. Señor, yo te adoro y siempre seré tu deudor porque como divino contrapeso a mis sufrimientos, tu me das la Eucaristía del Cielo. ¡Aleluya!

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ORACIÓN POR LOS ENFERMOS

Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los enfermos quisiste asumir nuestra condición humana, mira con piedad a N., que está enfermo y necesita ser curado en el cuerpo y en el espíritu.

Reconfórtalo con tu poder para que levante su ánimo y pueda superar todos sus males; y, ya que has querido asociarlo a tu Pasión redentora, haz que confíe en la eficacia del dolor para la salvación del mundo.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

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Yo en la cama, Tú en la Cruz

¡Jesús, Jesús! Yo en la cama y Tu en la cruz.

Yo en la cama, acostado; Tu en la cruz, clavado.

Yo, la cabeza en blanda almohada; Tu, la tuya, de espinas coronada.

Yo, quejándome; Tu, animándome.

Yo, sin pensar que mis dolores unidos a los Tuyos, tienen un valor infinito.

Tu, anhelando sufrir más para pagar nuestros pecados.

Jesús, Jesús, yo en la cama y Tu en la cruz.

Jesús, creo en ti. Jesús, espero en ti. Jesús, voy a ti.

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ORACIÓN POR UN ENFERMO

Señor Jesús, aquel (aquella) a quien amas está enfermo (a). Tú lo puedes todo; te pido humildemente que le devuelvas la salud. Pero, sin son otros tus designios, te pido le concedas la gracia de sobrellevar cristianamente su enfermedad.

En los caminos de Palestina tratabas a los enfermos con tal delicadeza que todos venía a ti, dame esa misma dulzura, ese tacto que es tan difícil de tener cuando se está sano.

Que yo sepa dominar mi nerviosismo para no agobiarle, que sepa sacrificar una parte de mis ocupaciones para acompañarles, si es su deseo.

Yo estoy lleno de vida, Señor, y te doy gracias por ello. Pero haz que el sufrimiento de los demás me santifique, formándome en la abnegación y en la caridad. Amén.

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Oración a María Santísima por la salud de los enfermos

Autor: Su santidad Juan Pablo II

Virgen Maria codigos sagradosOh Virgen María, Salud de los enfermos,

que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario

y has permanecido junto a la cruz en la que moría tu Hijo,

participando íntimamente de sus dolores,

acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,

para que las semillas esparcidas durante el Jubileo

sigan produciendo frutos abundantes en los años venideros.

Madre misericordiosa, con fe nos volvemos hacia Ti.

Alcánzanos de tu Hijo el que podamos volver pronto,

plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones,

para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.

Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momento

de la prueba y ayúdanos a repetir cada día contigo nuestro «sí»,

seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien más grande.

Virgen Inmaculada, haz que los frutos del Año Jubilar

sean para nosotros y para nuestros seres queridos,

prenda de un renovado empuje en la vida cristiana,

para que en la contemplación del Rostro de Cristo Resucitado

encontremos la abundancia de la misericordia de Dios

y la alegría sin fin del Cielo.        Amén.

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ORACIÓN POR LA SANACIÓN DEL ÁRBOL GENEALÓGICO

arbol2Padre del cielo, vengo ante Ti, como tu hijo, en gran necesidad de Tu auxilio; tengo necesidades de salud física, necesidades emocionales, necesidades espirituales y necesidades interpersonales. Muchos de mis problemas han sido causados por mis propias faltas, negligencia y pecado. Por esto te ruego humildemente me perdones, Señor. Pero también te pido que perdones el pecado de mis ancestros cuyas faltas han dejado sus efectos en mi persona en la forma de tendencias no deseadas, patrones de comportamiento y defectos en el cuerpo, mente y espíritu. Sáname, Señor, de todos estos desórdenes. Con Tu ayuda, perdono sinceramente a todos mis ancestros, especialmente aquellos vivos o muertos, cuyos pecados han traído como consecuencia nuestros sufrimientos y desórdenes actuales. En el nombre de Tu Divino Hijo Jesús, y con el poder de su Espíritu Santo, te pido, Padre, que liberes a mi persona y a toda mi familia en el árbol genealógico de la influencia del maligno. Libera a todos los miembros vivos y muertos de mi árbol genealógico, incluyendo a aquellos en relación adoptiva, y a las relaciones familiares extendidas, de toda forma de contaminación o atadura. Por ocuparte de manera amorosa de nosotros, Padre Celestial, y por la sangre derramada por Tu Precioso Hijo Jesucristo, te suplico que extiendas Tus bendiciones hacia mi y todos mis familiares vivos y muertos. Sana todos los efectos negativos transmitidos a través de todas las generaciones pasadas, y evita que tales efectos negativos afecten a las futuras generaciones en mi árbol familiar. Coloco simbólicamente la Cruz de Jesús sobre la cabeza de cada persona en mi árbol genealógico, y entre cada generación; y le pido a Jesús que Su Sangre purificadora, limpie las relaciones sanguíneas en el linaje de mi familia. Señor, coloca a Tus ángeles protectores para que nos rodeen, y permite que el Arcángel Rafael, patrón de la Sanación, ministre Tu poder de Sanación divino a todos nosotros, aún en las áreas de incapacidad genética. Dale un poder especial a los ángeles custodios de los miembros de nuestra familia para que nos sanen, nos protejan, nos guíen y nos animen a cada uno de nosotros en nuestras necesidades. Permite que Tu Poder Sanador, llegue a todos nosotros en este mismo momento y que permanezca durante todo el tiempo que Tu Soberanía lo permita. Señor, reemplaza toda atadura en nuestro árbol familiar por una santa atadura de amor familiar, y permite que permanezca un lazo más profundo contigo, y por el Espíritu Santo, con Tu Hijo Jesús. Permite que la familia de la Santísima Trinidad invada a nuestra familia con su presencia tierna, cálida y amorosa, para que pueda reconocer y manifestar ese amor en todas nuestras relaciones. Incluimos en esta petición que hacemos en el Nombre Precioso de Cristo Jesús todas nuestras necesidades que aún no reconocemos. Amén.