Pensamiento Creador
En un principio, cuando Dios decidió que sus hijos debieran tener experiencias y luego volver a Él con el resultado del amor noble que hubieran practicado, dispuso espacios para que allí crecieran. Estos espacios eran armoniosos y la función de los hijos era aprender a mantenerlos de la misma manera. Para todo lo nuevo que en estas áreas debía aparecer o para restaurar lo que no era perenne, designó sustancia con vida pero aún no compactada en formas objetivas. Esta sustancia era blanquísima, pura, inmaculada, vibrando en la perfección y traía el mandato divino de conformarse según el deseo de los hijos de Dios que recién salían a recibir experiencias. Para moldear esta sustancia, era indispensable que los seres humanos le pusieran los ingredientes necesarios: su pensamiento, su sentimiento, su palabra y su acción. Dones que, usados constructivamente, producirían obras semejantes a las de nuestro Creador.
Como parte de su crecimiento, los seres humanos también debían ir comprendiendo que su voluntad era imperiosa para que los elementos se manifestaran con formas y que, dependiendo de lo que pensaran, sintieran, hablaran e hicieran, serían las cosas que aparecerían en el planeta y en su espacio personal.
Mientras disfrutaban de otro grandioso regalo: el libre albedrío, debían aprender a encaminar sus facultades con responsabilidad y de forma positiva para lograr equilibrio y bienestar en sus vidas.
Como hemos visto, los seres humanos tenemos adentro el potencial para crear, porque Dios Nuestro Padre Celestial nos lo ha dado.
También, ha puesto leyes que debemos cumplir para que el resultado del uso de ese poder inherente sea armonioso. Tenemos el poder para hacer lo que deseemos, es decir, podemos ejercer nuestra voluntad como queramos pero SÍ somos responsables de la manera en que la ejercemos. A medida que vamos creciendo, vamos entendiendo las Leyes de Dios y llegamos al conocimiento que las situaciones que llamamos “conflictivas”, “problemáticas”, “obstaculizadoras”, “limitantes”, que se traducen en “mala suerte”, “enfermedades”, “pobreza”, “desgracia”, “pocas oportunidades de progresar”, “infelicidad”, “pleitos”, “enemigos”, etc., desaparecen cuando vivimos en armonía con la Voluntad de Dios y, al hacer esto vamos viendo, poco a poco, cómo nuestra vida se torna agradable.
Cada vez que el ser humano piensa, siente, habla y actúa, emite una energía que tiene la vibración de la calidad de su pensamiento, su sentimiento, su palabra y su acción. Esta energía recoge partículas del espacio al que entró y comienza a conformar figuras.
Un objeto se forma a partir de un pensamiento, por esto se dice que los pensamientos son cosas, porque realmente todo lo que se piensa, primero aparece estructurado en los planos intangibles y, después, cae cristalizado como “cosa” o “situación” en el mundo material. Esta “cosa” o “situación” puede ser física, emocional, mental o espiritual.
El pensamiento sostenido de un individuo emite una vibración; si es un pensamiento de miedo, angustia, depresión, odio, etc., atrae partículas con esa frecuencia y se conformará una imagen desagradable que después aparece como situación conflictiva en la vida del que pensó. Al principio, cuando apenas se comienza a manejar un pensamiento determinado, las partículas que atrae no se estructuran definidamente sólo se perciben como nubarrones, formas amorfas, pero a medida que se refuerza el pensamiento cobra más poder la forma nebulosa y finalmente se convierte en una entidad con fuerza capaz de producir aquello que corresponde a lo que se pensó. De esta manera se va conformando la imagen que corresponde al pensamiento y posteriormente baja al espacio físico. El pensamiento negativo construye escenarios negativos porque las partículas de cada situación las proporciona el pensador con su pensamiento; es decir, es él mismo quien proporciona la calidad de la materia prima para amasar lo que le sucede en su vida.
Es muy importante poner atención a nuestros pensamientos y trabajar arduamente en disciplinarlos porque, una vez que activemos las porciones del cerebro que corresponden a los pensamientos de amor altruista, es más difícil que desde afuera se pueda acceder a nuestro espacio mental para alterarnos. Esta es la protección mayor con la que cuenta un individuo: pensamiento de seguridad en el Amor de Dios y confianza en la protección de nuestro Ángel Guardián.
El Dr. Masaru Emoto ha realizado investigación de lo que él llama: “Mensajes del Agua”. Este gran investigador japonés analizó la estructura en un cristal de agua y demostró cómo se transforma dependiendo de la energía que se aplique a ella. De esa manera acuñó la palabra “Hado” (se pronuncia “jadou”), que es la fusión de dos ideogramas que literalmente significan “onda” y “movimiento”.
El Dr. Emoto mostró la forma de diminutos cristales de agua congelada como éste:
Te voy a mostrar una fotografía, se trata de una botella de agua (la misma) donde primero se le aplicó una etiqueta a la botella con la palabra “Ángel” (izquierda) y luego se le cambió la etiqueta con la palabra “Demonio” (derecha). En ambos casos se tomó una prueba y se procedió a la magnificación del cristal de agua congelada.
Permíteme presentarte otra fotografía de una molécula de agua congelada. Cuando esa agua se expuso ¡tan sólo a una etiqueta! con las siguientes palabras escritas en ella: “¡Tú me enfermas!”Imagina, si así se puso el agua tan sólo mediante su exposición a una etiqueta… ¿qué pasaría si se expone a alguien que lo siente con odio y rencor?
Hoy sabemos que prácticamente todas las enfermedades son manifestación en la realidad física de un estado de conciencia de determinada frecuencia vibratoria. Mira otra fotografía que quiero que compares con la anterior, ahora se trata de una molécula de agua congelada expuesta al “Chi” de Amor. Impresionante, ¿no crees? Esto hace la energía del amor en el agua. Cuánto orden y armonía, cuánta belleza cautivante se aprecia en el amor, por lo menos así lo demuestra en esta molécula de agua.
Mira ahora la fotografía de la molécula de agua congelada cuando se expone a la palabra “Gracias”:
Ahora te quiero presentar la fotografía de una molécula de agua congelada expuesta a la palabra “Paz”…
…cuando el agua expuesta a la palabra paz, súbitamente, se le expuso a la palabra “Guerra” y se tomó la fotografía con lo que empezaba a pasar.
Todo esto tan sólo mediante la exposición a la palabra escrita. Ahora, te mostraré algo mediante la exposición a la palabra hablada.
Aquí está la estructura del agua que fue bendecida por la oración de un monje:
La foto de un lago contaminado (izquierda) y luego una foto del mismo lago posterior a la presencia de 500 personas rezando alrededor de él y expresando amor (derecha):
Si las palabras escritas y habladas hacen esto frente al agua, ahora te mostraré dos ejemplos de la afectación que también observó el Dr. Emoto que tiene la música en la estructura física del agua. Te presento una molécula de agua congelada luego de ser expuesta a la canción “Imagine” de John Lennon:
Foto del agua expuesta a la sinfonía Nº40 en Sol menor de Mozart.
Cuando se puso la canción de Elvis Presley «El Hotel de laTristeza», el resultado fue que los cristales helados se partieron en dos.
Cuando las muestras de agua fueron bombardeadas con música heavy metal o expuestas a palabras negativas o cuando se enfocaron sobre ellas intencionadamente pensamientos o emociones negativos el agua no formó cristales y en su lugar se crearon estructuras caóticas y fragmentadas.