Comparte este ejercicio con personas que sienten temor y angustia, especialmente muy poderosa para enfermos graves.

Utiliza la lámina del Rostro Divino de Jesús que está colocada al inicio de este tema y colócala frente a la persona lo suficientemente cerca como para permitir que se pueda sumergir en la imagen cómodamente.

Recuerda propiciar un ambiente de meditación, velas, aromas, música y solicitar la ayuda de su Ángel Guardián.