Meditación «Para los que amé y me amaron»
Cuando me vaya,
déjenme ir.
No se aten a mí
con lágrimas.
Por los hermosos años
que vivimos juntos,
démosle gracias a Dios.
Si tienen que llorar,
dejen que la fe en Dios
conforte su pena.
La vida sigue adelante,
yo estaré cerca,
sentirán el calor
de mi amor
en sus corazones.
Y cuando ustedes
tengan que viajar
por este camino,
yo los recibiré
con una sonrisa
y les diré:
“¡Sean bienvenidos,
nunca más nos separaremos!”