Uno por uno, todo se puede resolver
En una puesta de sol, un amigo nuestro iba caminando por una desierta playa mexicana. Mientras andaba, empezó a ver que, en la distancia, otro hombre se acercaba.
A medida que avanzaba, advirtió que era un nativo y que iba inclinándose para recoger algo que luego arrojaba al agua.
Una y otra vez arrojaba con fuerza esas cosas al océano.
Al aproximarse más, nuestro amigo observó que el hombre estaba recogiendo estrellas de mar que la marea había dejado en la playa y que, una por una, volvía a arrojar al agua.
Intrigado, el paseante se aproximó al hombre para saludarlo:
—Buenas tardes, amigo. Venía preguntándome qué es lo que hace.
—Estoy devolviendo estrellas de mar al océano. Ahora la marea está baja y ha dejado sobre la playa todas estas estrellas de mar. Si yo no las devuelvo al mar se morirán por falta de oxígeno.
—Ya entiendo —replicó mi amigo— pero sobre esta playa debe de haber miles de estrellas de mar. Son demasiadas, simplemente. Y lo más probable es que esto esté sucediendo en centenares de playas a lo largo de esta costa. ¿No se da cuenta de que es imposible que lo que usted puede hacer sea de verdad importante?
El nativo sonrió, se inclinó a recoger otra estrella de mar y, mientras volvía a arrojarla al mar, contestó:
—¡Para ésta sí que es importante!
Cuántas veces hemos dejado de hacer algo bueno por otros o por el lugar donde estamos pensando en que lo que hagamos será insignificante pero si todos pensáramos en hacer un poco aunque parezca insignificante ¡cuánto habríamos avanzado ya!
Así, uno a uno iremos transformándonos en personas de paz y de ayuda. Entonces, cuando todos estemos transformados, solamente habrá paz y armonía en el mundo… y todo habrá empezado por un esfuerzo que parecía insignificante.
Que los ángeles acompañen tu camino. Vicky Flores
visítame: www.armoniadelalma.wordpress.com
Creo que al leer estos mensajes, ya inicio nuestra transformacion, gracias a los angeles, como Vicky.
gracias.