En vez de enfocarnos en lo que está mal o en nuestra necesidad de arreglarlo, mejor enfoquemos nuestras energías en estar contentos y en agradecer por lo que tenemos. El hecho de enfocarnos en las imperfecciones nos aleja de nuestro objetivo de ser felices, amables y gentiles.

Darnos cuenta que, si bien hay mejores maneras de hacer las cosas, no quiere decir que no podamos disfrutarlas y apreciarlas tal como están.

La solución es darnos cuenta en cuanto volvemos a ese hábito de insistir en que las cosas deben de ser de otra manera y en ese momento pensar en que están bien justo de la manera como están. En ausencia de juzgar todo… todo estará bien.

«Conforme dejo de ser perfeccionista en todas las áreas de mi vida, descubriré lo perfecta que es la Vida por sí sola.»

Que los ángeles acompañen tu camino.

Visítanos: www.armoniadelalma.wordpress.com