Dejo de esperar que el éxito traiga gozo y alegría a mi vida. Vivo en el gozo y en la alegría y, haciendo eso, atraigo verdadero y significativo éxito a lo que persigo.

Soy gozoso y alegre solamente porque es bueno para mí y para el mundo que me rodea. Constantemente recuerdo que hago más efectivamente todo aquello que realizo cuando siento y vivo que la vida es gozo.

Cuando los retos llegan, los enfrento con gozo y los transformo en logros invaluables. Cuando los desengaños llegan, me siento gozoso de tener la oportunidad de moverme más allá de ellos.

¡Que los ángeles acompañen tu camino!