La respiración es el puente que conecta el mundo espiritual con el mundo físico. Tu respiración transporta tu sustento espiritual hacia tu ser físico, alimentando tu alma, tu mente y tu cuerpo.

Respirar profundamente es semejante a tomar vacaciones, esa es la razón por la cual la llamamos “un momento de respiro”. Hazte consciente de tu respiración, y profundízala ahora mismo. Haz pausas entre la inhalación y la exhalación, deleitándote en el placer del aire. Llena tu vida de aire fresco. Pasa algún tiempo en el campo, coloca plantas vivas en tu hogar y oficina. Mantén en cuenta que los ambiente cercanos a corrientes de agua están llenos de moléculas poderosas que apoyan tu salud y tu felicidad.

Haz el propósito de permanecer consciente del ritmo de tu respiración. Si sientes estrés, asegúrate de inhalar profundamente. El oxígeno relaja tu cuerpo, le da vigor a tus niveles energéticos y hace surgir ideas y soluciones creativas.

Pensamiento del día:

“Respiro profundamente. Inhalo conscientemente con gran placer y exhalo con alegría.”

¡Que los ángeles acompañen tu camino!