Ser normal no es algo a lo que debemos aspirar sino a dejar de serlo. Ser normal no es natural. Lo natural es ser extraordinario pues cada uno de nosotros somos únicos, irrepetibles y maravillosos.

¿Qué harás hoy que sea extraordinario? Planéalo. Piénsalo. Y hazlo. ¡Todos los ángeles en el cielo están esperando que lo hagas! Y aún si fallas, habrá sido un esfuerzo extraordinario que te califica como alguien extraordinario… vale la pena intentarlo.

¡Que los ángeles acompañen tu camino!