Cada vez que paso frente a un espejo, digo: «¡hola cariño!» porque hago consciencia de que soy yo la persona que más me ama. Porque reconozco que soy maravilloso y que soy importante en mi vida. Porque el hacerlo me recuerda mirarme, escucharme y aceptarme viéndome exactamente como me ve Dios: como alguien único e irrepetible… como alguien perfecto.

Soy la pieza más importante del Universo porque siendo único e irrepetible y siendo yo mismo, me expreso tal como Dios me creó y tal como él quiere que sea. Por lo tanto, siendo yo mismo, puedo ocupar ese único lugar en el Universo que sólo yo puedo llenar. Siendo yo mismo, y sólo así, puedo completar el rompecabezas de la Existencia y del Universo mismo. Si no fuera así, el Todo no estaría completo.

Sin mí todo esto, no podría ser completo… ¡cuán importante e increíble soy!

¡Que los ángeles acompañen tu camino!