Frecuentemente me escriben diciéndome cuan mal van las cosas en su vida. Que han caido en la rutina y no encuentran fin a sus quehaceres habiendo dejado a un lado todo lo que siempre han querido hacer.

Te recuerdo que la vida se trata de tomar tu poder y ser tú quien la dirige, no que la vida te lleve y tú te muevas a su merced. Define tus objetivos y tus rumbos.

Define qué quieres ser y hacer y ¡hazlo!. Estás atorado porque decides estarlo. Si quieres que tu vida cambie, ¡cámbiala! ¡reinvéntate! nadie más puede cambiarla más que tú… no tomes de pretexto a los que te rodean porque no ayudan… tu así los has acostumbrado porque tú haces las cosas en vez de hacer lo  que deseas hacer. Sin dejar de lado a tu familia, puedes hacer grandes cambios. Cuando tú estés bien, ellos estarán bien.

¿Quién quieres ser? ¿qué quieres hacer? ¡Hazlo!

La pregunta es: «si no fuera cuestión de dinero, ¿qué harías?» Entonces, dirígete a conseguirlo… no se trata que avientes todo en un momento ni que dejes a tu familia… se trata de moverte hacia allá cada día… un paso a la vez. Comienza a caminar para que puedas llegar. Si no te mueves, jamás llegarás.

¡Que los ángeles acompañen tu camino!