Me conecto con la naturaleza del modo más íntimo e interno percibiendo mi propia respiración y aprendiendo a mantener mi atención en ella. Percibo cómo puedo convertirme en parte de este espectáculo sin esfuerzo alguno pues reconozco que soy Uno con Todo y Todo es Uno conmigo. Así nos conectamos. Así intercambiamos energías. Al inhalar y al exhalar reteniendo ese oxígeno que me regala vida y sintiendo cómo se llenan mis pulmones de energía renovada.

 Esta es una práctica muy curativa y energizante.

¡Que los ángeles acompañen tu camino!