Lo que sucede cuando comienzas a meditar es que empiezas a experimentar tu interior. Te haces más consciente de cómo te sientes física y emocionalmente. Empiezas a tener más introspección en relación a tu vida y a tu misión. Tu intuición se hace más clara y cuando tomas en cuenta tu intención para hacer cambios, te conviertes en una persona súper sensible.

La práctica de la meditación se enfoca en la respiración. Hay muchas técnicas que utilizan la respiración. Puedes contar el número de respiraciones que haces conforme inhalas y exhalas, manterne la respiración por unos momentos en la parte alta o baja; respirar corto y largo; largo y profundo y hacer variaciones de la duración y el ritmo hasta un número infinito de posibilidades. La idea tras el trabajo con la respiración es que seamos conscientes de nosotros mismos en el momento presente. Cuando tomamos una inhalación profunda puedes ser más sensible que cuando realizas la inhalación y la exhalación sin prestarles atención.

¡Inténtalo ahora!.En donde quiera que estés, cierra tus ojos y toma una silenciosa y enorme inhalación a través de tu nariz. Mantenla adentro por unos momentos y luego, lentamente, suelta el aire a través de tu boca. Repite un par de veces más y suavemente abre tus ojos.

¡Que los ángeles acompañen tu camino!