Claves para encontrar el camino más adecuado
Ningún sendero elegido a lo largo de tu viaje experiencial ha sido en vano. Lejos de arrepentirnos por haber cruzado una puerta, por haber tenido esa pareja, por haber iniciado ese proyecto o encontrar, simplemente, más frustraciones que alegrías, es necesario asumir lo vivido como un buen aprendizaje. Porque toda cicatriz enseña, y todo camino errado supone una invitación a “empezar de nuevo”.
- Entiende que cuando algo termina, la felicidad no se “reinicia” por sí sola. Es necesario pasar por un tiempo en el cual, reconstruirnos, conectar con nosotros de nuevo y cerrar adecuadamente esa puerta, esa etapa.
Llegará un instante en que nos sintamos preparados. Lejos de mirar atrás, sentimos de nuevo la invitación de mirar al frente, de volver a ilusionarnos y de caminar ahora con mayor seguridad, con mayor sabiduría.
- Entiende además que no existe un camino “ideal”, que ninguna puerta tiene la llave de la felicidad permanente o de la solución a todos nuestros problemas. Es el propio viaje es quien nos da las respuestas, y las alegrías, vienen y van. Lo único que necesitamos es ser más receptivos, y ante todo, valientes para cruzar todos esos umbrales maravillosos que nos faltan por descubrir…
¡Que los ángeles acompañen tu camino!