Dejo de juzgar y de juzgarme
Hoy elijo hacer las paces con todo y con todos. Hago las paces conmigo mismo.
Practicaré el hábito de no juzgar. Comenzaré cada día diciéndome: “Hoy no juzgaré nada de lo que suceda,” y durante todo el día me repetiré que no debo juzgar.
¡que los ángeles acompañen tu camino!