25 frases budistas que nunca olvidarás

- «El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional».
- «La muerte no es el final de todo. La muerte no es más que otra transformación”.
- «Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora».
- «Todo en este mundo está cambiando. Siempre en movimiento; nunca igual. Todo cambia».
- «Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado. Si una persona habla o actúa con astucia, le sigue el dolor. Si lo hace con un pensamiento puro, la felicidad lo sigue como una sombra que nunca lo abandona».
- «En lo que pensamos nos convertimos»
- «El odio no se termina con odio, se termina con amor. Esa es la regla eterna».
- «Guardar rencor es como sujetar un carbón caliente con la intención de lanzárselo a alguien más; es uno el que se quema».
- “Duda de todo. Encuentra tu propia luz”
- «Sólo hay dos errores que se cometen en el camino a la verdad: no empezar y no llegar hasta el final».
- «Cuida el exterior tanto como el interior, porque todo es uno».
- “No insistas en el pasado, no sueñes en el futuro, concentra tu mente en el momento presente”.
- “En verdad que vivimos felices si no odiamos a aquellos que nos odian, si entre hombres que nos odian habitamos libres de rencor”.
- «Más vale usar pantuflas que alfombrar el mundo».
- «No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo».
- «Es la mente de un hombre, no sus amigos o enemigos, la que lo lleva por los caminos del mal.»
- «Así como una vela no brilla sin fuego, el hombre no puede existir sin una vida espiritual.»
- «Da, inclusive si sólo tienes un poco».
- «No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita».
- “La muerte no se teme, si se ha vivido sabiamente.»
- “Para entenderlo todo, es necesario olvidarlo todo”.
- “La paz viene desde el interior; no la busques afuera”.
- «No sobreestimes lo que has recibido ni envidies a otros, el que envidia no tiene paz».
- «Hay tres cosas que no se pueden ocultar por mucho tiempo: El sol, la luna y la verdad.»
- «Para tener buena salud, encontrar la felicidad verdadera en la familia y traer paz a todos, el hombre debe primero controlar su propia mente. Si lo logra, habrá llegado a la iluminación, y toda la sabiduría y virtud vendrán naturalmente a él.»
FUENTES: