Siéntete bien contigo mismo antes de corregir a un niño

Si tuviéramos un hijo y los atrapáramos haciendo algo inapropiado, no lo amplificaríamos con nuestras palabras.
Identificaríamos qué es lo que no queremos, y luego surgiría el cohete del deseo de lo que sí queremos, y luego simplemente visualizaremos, visualizaremos, visualizaremos, hasta que encontremos la paz en nuestra visión.
Cuando desees corregir a alguien, después de tu visión positiva y estando en paz, puedes actuar desde el corazón y, lejos de agravar las cosas: su relación mejora, su experiencia es mejor y ellos reciben el beneficio de la experiencia.