Es importante recordar que todos tenemos una versión más joven de nosotros mismos viviendo dentro de nosotros.

Junto con la protección y la seguridad, este «niño interior» anhela alegría, diversión y más tiempo de juego.

Podemos quedar tan atrapados en las circunstancias, eventos y ocupaciones de nuestras vidas que nos olvidamos de este pequeño.

Esta semana te animamos a que pases un tiempo con tu niño interior.

Pregunta qué necesita. Si es un poco de alegría, haz algo divertido incluso si te parece tonto hacerlo como adulto. Si quiere pasar un rato tranquilo solo en la naturaleza, sal al aire libre durante una hora. Ten en cuenta que tu yo adulto todavía está a cargo por lo que puedes ofrecerle alguna alternativa si la solicitud del niño interior no es posible.

Si tu niño interior quiere subir a una rueda de la fortuna, tal vez podrías ir a un mirador panorámico y contemplar las luces de la ciudad por la noche. Si no puedes salir al aire libre, mira un video de la naturaleza en YouTube.

Hazle saber a ese pequeño que estás escuchando.

Hagas lo que hagas, tu niño interior te lo agradecerá y también lo hará la gente que te rodea.

¡Que los ángeles acompañen tu camino!

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