Más que nunca parece haber tanto en el mundo que temer. En las noticias, en la vida y en el tejido mismo de nuestra existencia.

Lo maravilloso del miedo es que podemos convertir ese miedo en fe.

Aunque eso puede sonar difícil, en realidad es un simple cambio de nuestra propia intención y perspectiva. Cada uno de nosotros tiene la capacidad de influir en el mundo, ver la belleza de la vida y difundir la fe a través de nuestras actitudes y acciones.

Es hora de que liberemos viejas creencias y viejos hábitos. A medida que continuamos aprendiendo y practicando nuevas creencias y nuevos métodos de comportamiento, contribuimos armoniosamente al nuevo orden del mundo.

Tenemos que hacer todo lo posible para fortalecer nuestros corazones, nuestros cuerpos y nuestras mentes. Debemos recurrir al Poder interior, encontrar una buena conexión espiritual y realmente trabajar para mantenerla.

Hagamos algunas afirmaciones ahora para ayudarnos a ir más allá de nuestros pensamientos negativos:

Hago lo que sea necesario para mantener mi mundo interior en paz. Mi paz interior es esencial para mi salud y bienestar.

Estoy dispuesto a liberar mis miedos.

Me libero de todos los miedos y dudas destructivos.

Entonces estamos en la vibración de la fe, no del miedo.

¡Que los ángeles acompañen tu camino!

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