En cada momento, los ángeles están contigo. Ahora mismo, los ángeles están a tu alrededor, sosteniéndote en la luz.

No importa los errores que hayas cometido o los remordimientos que lleves, los ángeles siguen viéndote desde la más alta estima.

A lo largo de los años, muchas personas han cuestionado el hecho de que los ángeles nos vean siempre de una manera tan amorosa. El público me ha dicho a menudo «¿pero qué pasa con la gente mala?» y esta es la cuestión…

Si aquellos que infligen daño, dolor y sufrimiento a otros pudieran verse a sí mismos de la forma en que sus ángeles los ven, no tomarían esas decisiones.

Los ángeles nos sostienen en esta visión sagrada, con la esperanza de que nosotros, a su vez, empecemos a vernos a nosotros mismos bajo la misma luz. Incluso si sólo podemos vernos en una fracción de esa luz, empezaremos a cambiar nuestra frecuencia y eso empezará a cambiar el curso de nuestra vida.

Nunca olvidaré la vez que estaba haciendo una sesión de guía de ángeles para una mujer un día en mi antigua oficina en la ciudad de Glasgow. Recuerdo que ella estaba pasando por algunos desafíos de salud y pude ver a dos ángeles mirando hacia ella desde esta visión de que ella estaba entera, sanada y completa. Recuerdo que recibí el mensaje de que los ángeles mantenían la visión con la esperanza de que ella también empezara a visualizarse en la misma luz y así apoyar la capacidad natural de su cuerpo para recuperar la salud. Unos meses después, recibí una carta escrita a mano en la que me decía que su salud había mejorado mucho y que las cosas por fin estaban poniéndose bien.

Para mí, desarrollar la visión angélica o lo que a veces se llama «clarividencia» no consiste tanto en ser capaz de ver ángeles como en ser capaz de ver a través de los ojos de los ángeles.

Hoy en día, practica empezar a verte a ti mismo de la manera en que lo hacen tus ángeles.

Fuente: Kyle Gray

¡Que los ángeles acompañen tu camino!