La amabilidad consiste en dar sin necesidad de recibir. Se trata de tener consideración junto con la voluntad de estar presente y ayudar. Ser amable es una de las vibraciones más elevadas, porque cuando damos sin necesidad de recibir a cambio, sintonizamos con el flujo abundante del Universo y seremos ayudados de alguna otra manera.

La amabilidad es buena para el corazón, tanto física como espiritualmente. A nivel físico, ser amable puede reducir la presión sanguínea, fortalecer las arterias y aportar claridad mental. A nivel espiritual, cuando entras en este espacio de desinterés, te permites ser sostenido por un poder superior que siempre te guiará hacia tu mayor y más elevado bien.

Ser amable con uno mismo es eliminar cualquier condición para la satisfacción. Se trata de respetarte y quererte a ti mismo, sea cual sea la situación a la que te enfrentes. Se trata de quitarte la presión de encima y permitirte ser como necesitas ser. Hoy el Universo te anima a elegir la bondad en todos los ámbitos de tu vida. Sé amable con los demás. Sé amable contigo mismo.