Aprecia y ama tus heridas

No estás roto, simplemente eres humano. No eres disfuncional, simplemente estás vivo.
Te han hecho daño, ¿verdad? Y te han quedado cicatrices. Te entiendo. A mí también me ha pasado.
Pero te sugiero con toda humildad que celebres tus cicatrices. Y que adores tus heridas. Porque te han hecho un preciado servicio. Han llenado tu vida de regalos invisibles, ocultos tesoros de sabiduría, comprensión, resiliencia, compasión y una mayor intimidad con lo especial que hay en ti. La vida se despliega para que tengas suerte, no para que fracases. Confía en sus extraños métodos. Y sigue adelante. Se avecinan cosas buenas que aún no puedes imaginar. Tu futuro es (muy) brillante.
Fuente: Sharma, Robin. La riqueza que el dinero no puede comprar
¡Que los ángeles acompañen tu camino!

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