Fluyo armoniosamente con los cambios
Lo único permanente en la vida es el cambio. Siempre habrá cambios qué hacer, siempre hay un flujo de energía vital que nos mueve a cambiar, renovar e inventar. Es un proceso natural. No podemos evitarlo. Todo es movimiento constante y estamos sujetos a éste. Ese flujo de cambio es como el oleaje del océano que nos jala y nos empuja dándonos el impulso para movernos.
Así que podemos tomar cualquiera de las dos opciones: aprovechar ese impulso natural que nos provee el movimiento de la Vida o tratar de aferrarnos a nuestras ideas, costumbres, vicios, actividades cotidianas y jamás cambiarlas, jamás renovarlas, jamás actualizarlas.
Si me aferro, estaré luchando contra el flujo natural de los eventos. Si fluyo conscientemente haciendo pequeños cambios, dando un paso a la vez pero siendo constante cada día, me sorprenderé muy pronto cómo la nueva energía de vida me trae bienestar. Dejo a un lado el miedo al cambio y poco a poco me muevo a lo nuevo.
¡Que los ángeles acompañen tu camino!
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