Es aquélla alma consciente que decidió seguir la estrella de su voz interior. Cuando escuchamos nuestro corazón, somos «reyes magos» pues vamos en busca de nuestra verdad interior. Intuimos que la existencia es algo más que el drama de la tercera dimensión y vamos al encuentro del Cristo interno que quiere nacer en nosotros mismos.

El Niño Jesús es el despertador del «niño Mágico» que vive en cada uno de nosotros, aquél que sabe que somos seres multidimensionales, espirituales, y eternos.

Un rey mago es aquél que permanece cerca de los maestros ascendidos y está atento a sus enseñanzas. Un rey mago es el que reconoce la divinidad en sus hermanos y hermanas, y los honra con los presentes de la amistad, el respeto y la solidaridad. Un rey mago es el que tiene como prioridad su ascensión planetaria sabiendo que es un proceso único, que no se presenta todos los días. Un rey mago es aquél que se ama a sí mismo y permanece cerca de la Fuente. Un rey mago es el que abandona los caminos del ego y rinde un homenaje a su Yo Superior.

¡Que los ángeles acompañen tu camino!