Una de las cosas más importantes que podemos hacer por el mundo es enseñar a los niños recordándoles la verdad básica: son amados. Nuestro papel como adultos en cada familia no es ser perfectos ni hacer todo perfectamente bien sino ser amorosos y amables. Los niños tienen ahora más asuntos con los cuales lidiar que con los que nosotros teníamos a su edad.

Una de las cosas más importantes que podemos hacer por ellos es recordarles de la verdad más básica: que ellos son amor y son amados. Nuestro trabajo como padres o protectores de esos niños no es ser perfectos o hacer todo correctamente sino ser amorosos y amables con ellos. Los niños de ahora tienen que procesar mucha más información y realizar muchas más actividades que las que nosotros procesábamos y llevábamos a cabo a su edad. Están constantemente bombardeados por las noticias de situaciones críticas en el mundo y continuamente se les pide hacer elecciones complejas. La manera en como nuestros niños manejen estos retos es un reflejo directo de cómo verdaderamente se sienten en relación a ellos mismos. Mientras más se amen a sí mismos y se respeten a sí mismos, les será más fácil tomar las mejores decisiones en su vida.

Ejercicio de espejo

• Aunque no entiendas el inglés, me gustaría que miraras un video de una dulce y pequeña niña haciendo sus afirmaciones positivas en la mañana. Es esta liga: “Jessica’s Daily Affirmation.”
• Pregunta a tu niño(a) de qué se sienten felices y déjales decir esas palabras mirándose al espejo tal como Yesica lo hace en el vídeo.
• También puedes comenzar este ejercicio haciendo tu propia sesión de trabajo con el espejo diciendo cosas como:  Te amo. Amo todo lo que eres. ¡Soy maravillos@! ¡soy bella (o guapo)! ¡Tengo un cabello increíble! ¡Sé bailar como un artista de tv! y después invita a tu niñ@ a hacerlo contigo.
• Programa un momento cada día para hacer trabajo de espejo con tu niñ@ aún cuando sean solamente unos cuantos minutos por la mañana.

Los chicos siempre están observándonos y escuchando cada palabra que decimos. Sé un brillante ejemplo de afirmaciones positivas y decretos diarios. Cuando comiences a creer en ellos, tus hijos lo harán de igual manera.

¡Gracias querida Louise L. Hay por tus consejos!

¡Que los ángeles acompañen tu camino!