Un barco en su puerto está a salvo, pero esa no es el fin por el que se construyen los barcos.

Muchas veces, la diferencia entre un hombre exitoso y uno que haya fracasado no son sus habilidades o ideas, sino la valentía que uno tiene para apostar sobre su idea, de tomar un riesgo y de tomar acción.

Los espacios que permiten a las personas desafiar el status quo son ricos en ideas innovadoras. Si una escuela o empresa permite y enseña a sus alumnos y/o empleados a ser críticos y a estar abiertos a los desacuerdos se generará un gran ambiente de innovación.

Sal de tus propios esquemas y experimenta nuevos horizontes. Verás cuánta diversidad y cuánta riqueza existe en formas de hacer las cosas y en resultados increíbles.

¡Que los ángeles acompañen tu camino!