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El camino de la espiritualidad es sólo para las almas valientes

Hoy en día está mal entendido lo que significa entrar en un camino espiritual.

Es verdad que todos somos luz, todos descendemos de la fuente divina, que todos tenemos una misión que cumplir en esta vida, pero no todos han sido llamados a transitar el camino de la espiritualidad, no todos tienen el valor de reconocer su propia luz.

La espiritualidad no se trata de que te conviertas en un monje o un santo; No se trata de ser positivo, optimista, de estar siempre de buenas y ayudar a las personas  porque sentiste lástima por ellos y que en el fondo hay un deseo oculto de reconocimiento (ego).

¡No!. El despertar espiritual es el camino que lleva a tu alma a reconocerse y a experimentar la vida en plenitud. A recordar su origen, a entender los principios básicos del universo, a aprender a amar, a aceptar a las personas sin critica, juicio o condenación, de comprender que cada alma tiene un grado evolutivo diferente y conocimiento diferente que determina su actuar.

El despertar espiritual se trata de amarse uno mismo tanto que puedas amar desinteresadamente. ¡Sí!, sin esperar el reconocimiento o la correspondencia del «amor» que decimos sentir por otra persona.

El camino de la espiritualidad es vencer todas las trampas del ego y de la Maya (mundo de la ilusión).

El camino de la espiritualidad, es solo para las almas valientes que están cansadas de los abusos, el sufrimiento y el autosabotaje, cansadas de no entender qué es lo que pasa en sus vidas, cansadas de repetir patrones, cansadas de sentirse atrapadas, oprimidas y juzgadas.

El camino de la espiritualidad está en reconocer el poder divino de transmutar, crear y transformarte. De tener el valor de escarbar  a fondo en el dolor del pasado, de sentirse vulnerable y vivir el vacío más profundo, de experimentar el origen de la soledad y la tristeza para limpiar los cimientos y volver a reconstruirse desde adentro, sanando el alma.

Y una vez que lo hayas logrado, ya no hay vuelta atrás. Pues el cambio fue profundo,  liberador; limpiando los registros y memorias antiguas de dolor en ti y en tu linaje, sanando los karmas.

Todo ese proceso te llenó de conocimiento, de herramientas, despertaste tus dones, reencendiste la llama de tu ser, recordaste tu origen divino y entendiste el uso correcto de la magia y la alquimia, de la sanación, de la gratitud , el perdón y el amor incondicional.

Ahora ya no hay separación pues lo único que necesitaba tu alma era recordar…

Porque tú alma te llevo a transitar los caminos oscuros de tu ser, esos que estaban allí, que no querías tocar ni reconocer por miedo o dolor, esos que al final te enseñaron a reconocer tu propia luz.

Y, cuando hayas aprendido a sanarte, a recordar tu infinita esencia divina, podrás acompañar y guiar a otros.

Ahora el reto es poner tus dones y virtudes al servicio de los otros, de inspirar a más personas y acompañarlas en su despertar espiritual, respetando sus procesos, sus formas y sus tiempos.

Porque si has elegido el camino de la espiritualidad es porque has sido guiado por tus ángeles, guías y ser superior a retornar al camino de la luz, de limpiar tus memorias y karmas, para que tu alma pueda avanzar en el camino de regreso a casa al lado de la Energía de Creación.

Y eso solo lo hacen las almas valientes.

¡Que los ángeles acompañen tu camino!

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