Reflexiona sobre esos hábitos que no te son útiles

Vamos entendiendo cómo los hábitos se refuerzan. Los hábitos, buenos o malos, siguen un patrón de tres pasos llamado “bucle del hábito”. En primer lugar, hay una señal, que es el desencadenador de tu comportamiento. Después está la rutina, que es el comportamiento en sí. Y, por último, el premio, que es la recompensa que crees que obtienes de la acción y que es lo que refuerza, es decir, lo que hace que sea más probable el comportamiento la próxima ocasión que se presente el desencadenador.
Por ejemplo, la Señal es: tienes estrés; para lo cual hay una rutina ya creada: coges una botella de vino y, luego, viene el premio: te sientes relajado y feliz. El vínculo entre la señal y la rutina se refuerza cuando adoptas un hábito. Y, mediante la repetición, el vínculo se fortalece y queda más grabado en tu cerebro de manera que, muy pronto, simplemente actúa en automático y sin razonamiento de por medio.
Ahora bien, ¿qué es lo que realmente hay ahí en el fondo? ¿de qué es lo que está protegiéndote ese hábito? ¿evita el estrés? Porque no lo está en realidad quitando, solamente lo está aplazando y, lo que es peor, lo está acumulando. Ese es el mayor peligro de un hábito que en realidad no está resolviendo. Solamente actúa como un paliativo temporal que, por supuesto, te permite descansar o tomar fuerza para continuar en la batalla de lo que está creciendo allá abajo en el cimiento cada vez más grande y fuerte.
Ahora que entiendes cómo se forman los hábitos, puedes centrar tu atención en cambiarlos, pero desde la comprensión de su funcionamiento y la exploración de qué está protegiéndote. Si deseas poner fin a un mal hábito, primero, tienes que identificar la señal que lo desencadena. Cada vez que descubras un mal hábito, pregúntate por qué lo haces. Identifica si hay situaciones concretas que parezcan desencadenar tu mal hábito. Toma algunos apuntes que te ayuden, incluidos el momento, el lugar y la emoción asociados al mal hábito.
Hay un dicho que reza: “nos convertimos en lo que más repetimos”. ¿Qué es lo que más repites a diario? ¿En qué te estas convirtiendo?
Así que, a partir de hoy, te invito a prestar atención a cómo te estás moviendo en cada momento cada día. Piensa en ello como una oportunidad de examinar tus pensamientos, tus palabras y tus acciones.
Si identificas algunos de estos hábitos, no te estreses. Toma la decisión aquí y ahora de buscar qué es lo que los está manteniendo activos y dedícate a transformarlos. Toma acción. Comprométete contigo mismo.
- Ser crítico contigo mismo: Si te dices cosas crueles, es el momento de cambiar esa actitud. En vez de criticarte y ser duro, ¿qué tal que, después de encontrar cuál es el cimiento, recuerdes todo lo relacionado a aceptarte tal y como eres? No solamente con theta, sino también puedes adoptar nuevos y valiosos hábitos como mirarte al espejo y usar afirmaciones: “me amo incondicionalmente y dado que me amo voy a hacer mejoras que me hagan sentir mejor”.
Un mal hábito es no adoptar un buen hábito necesario para la salud y la supervivencia. Por ejemplo,
2. No hacer ejercicio: El cuerpo fue diseñado para moverse. No tienes que ir al gimnasio, o llevar rutinas exageradas. Debes ejercitarte mínimo media hora diaria. El sedentarismo no es saludable para tu cuerpo.
3. Dejar que las emociones destructivas o negativas se acumulen en tu interior o se queden sin resolver. Ese mal hábito de dejar a un lado lo verdaderamente importante. Cuando guardas estas emociones te vas llenando de resentimientos. Tu cuerpo responde con enfermedades inesperadas. Es como una olla de presión. Todo se va acumulando hasta que un día explota con alguna situación dolorosa para ti. Entre otras cosas, hay que trabajar en dejar de creer que eres una mala persona. Tener derecho a sentir, y reconocer tus emociones. La idea es que las tramites de manera saludable.
4. Decir si, cuando quieres decir no. Si estás diciendo que sí a las cosas que para ti son una distracción o te enfermas, para ya este hábito. En vez de sentirte mal con los demás, recuerda cuál es tu meta y enfócate.
5.Dejar de culpar a tus padres por todo. Todos los padres del mundo hacen lo mejor que pueden con la sabiduría que tienen en cada instante. Es importante recordar que antes de nacer escogemos a nuestros padres y las experiencias que el espíritu va a vivir. Pero esto no significa que tengas que adoptar la postura de víctima para toda la vida. Puedes transformar el observador de tu pasado, y encontrar en esas experiencias el tesoro escondido. Aferrarse a la ira es poco saludable. Cambia el observador y prueba diciendo: soy adulto ahora, puedo ser el responsable de mi vida.
6.Preocuparte por el futuro: Muchas personas viven preocupadas por las cosas del futuro, cuando en realidad el secreto radica en amar la incertidumbre. Todos los días brilla el sol. Salte del negocio de fabricar infelicidad. Disfruta el presente, es todo lo que tenemos.
¿Cómo actúas en el día a día? ¿Qué pensamientos tienes cuando te despiertas? ¿Qué emoción permanece contigo durante el día? ¿Qué cosas te dices a ti mismo? ¿Cómo te defines?
¡Que los ángeles acompañen tu camino!
La lectura de cartas angelicales son mensajes amorosos de esos magníficos seres de luz que solamente desean que seamos felices. Se trata no solamente de darte idea de qué está sucediendo de acuerdo con la situación que deseas resolver sino también de crear un plan de acción dictado por tus ángeles guardianes y por todos aquellos seres de luz que participan en nuestra sesión para darte un resultado favorable en el caso que sigas sus instrucciones.
Juntos encontraremos la base de la situación y la resolveremos desde el origen con ayuda de nuestros grandes amigos los ángeles.
¡Me encantará hacer para ti una sesión terapéutica de una lectura de cartas angelicales!
¡Es tan divertido resolver lo que te preocupa!

Duración: 45 minutos aproximadamente
Medio: videoconferencia por Zoom
Medio: videoconferencia por Zoom. Te enviaremos el número de ID para que entres a la sesión en cuanto hayas contratado.
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Inversión: $700 pesos mexicanos o $40 dólares americanos (multiplica por 0,85 para saber equivalencia aproximada en EUR)
Para contratar
RESIDENTES MEXICANOS: La inversión total de la sesión es de $700 pesos mexicanos (setecientos pesos mexicanos 00/100 MN) que deberán ser depositados en la siguiente cuenta bancaria: BBVA Bancomer a nombre de Virginia Estela Flores De los Cobos cuenta 0190773395 o en Oxxo 4152-3137-2291-6207 y enviar tu comprobante a vicky@armoniadelalma.mx
RESIDENTES EXTRANJEROS: La inversión de la sesión es $40 dólares americanos y puedes pagar por PayPal aquí: SESIÓN TERAPÉUTICA DE LECTURA DE CARTAS ANGELICALES
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