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Ritual para invocar al Espíritu de la Navidad

El Espíritu de la Navidad es concebido como una energía proveniente del centro del sistema estelar y que cada año trae consigo paz, amor, armonía, alegría, prosperidad para los seres humanos. Dice la leyenda, según el ángel Uriel, que el espíritu llegó al planeta desde una galaxia lejana y se instaló en la región Norte, actualmente la península escandinava.

Desde el día anterior las personas suelen realizar rituales de limpieza, purificación y agradecimiento con el fin de recibir todas las energías positivas que llegan junto al espíritu de la navidad y desechar las negativas.

También realizan cenas, encienden velas y aromas de mandarina o limón. Con esto dan la bienvenida a este espíritu que cada fin de año trae abundancia, paz, amor, unidad, armonía, prosperidad y bienestar a toda la humanidad. Más allá de los bienes materiales aporta beneficios a la espiritualidad personal y familiar de las personas.

Esta tradición viene de los países nórdicos, pero desde hace algunos años, ha sido adoptada algunos países como parte de las costumbres de la esta época.

Los deseos suelen escribirse tomando en cuenta la prioridad de cada uno de ellos y por lo general se comienza por la paz mundial y la resolución de problemas globales, y luego con los asuntos personales. Esta lista se guarda hasta el regreso del espíritu el siguiente año y si la persona desea, quema aquellos que se hicieron realidad.

Para realizar el ritual necesitarás:

  • 1 vaso de agua;
  • 1 piedra;
  • 1 vela blanca por persona;
  • Incienso en grano;
  • Papel para escribir;
  • 1 pluma o bolígrafo,

Este ritual de Navidad debe hacerse entre las doce de la noche del día 21 de diciembre hasta las diez de la noche del día 22, cuando el Espíritu de la Navidad desciende a la tierra. Tienes mucho tiempo, tómate un tiempo y reflexiona sobre cuáles son tus verdaderos deseos. Cuando te sientas preparado, enciende las velas y el incienso y plasma tus deseos sobre el papel.

Una vez hecho este paso tienes que disponer el vaso de agua en dirección al norte y poner la carta bajo el vaso. Deja la vela y el incienso encendidos hasta que se consuman. A la mañana siguiente enrolla la carta y pon a su alrededor un trocito de cinta blanca. Guárdala en un cajón de madera y consérvala hasta el año siguiente.