Saltar al contenido.

Eres salud perfecta

Acepta la Verdad de que eres perfecto, y construye el equivalente mental de que nada puede tocar tu cuerpo excepto la acción directa de Dios, y Dios es Amor.

Comprende que Dios no te da la salud… Dios es tu salud.

Puesto que eres uno con la Totalidad y la Perfección, ese debe ser el verdadero estado de tu ser. Eleva tu visión. Mírate como Dios te ve: radiantemente sano y lleno de alegría y paz.

Mírate a ti mismo haciendo todo lo que quieres hacer, con energía, entusiasmo y facilidad. Mírate sonriendo, riendo y expresando un nuevo entusiasmo por la vida. Visualiza tu cuerpo como un vehículo dinámico para cada expresión física que disfrutas haciendo y mírate a ti mismo demostrando una maravillosa sensación de bienestar.

Y sobre todo, mantén tu mente libre de todo pensamiento de confusión, miedo, resentimiento, futilidad e irritación. Llena tu conciencia de amor, alegría, paz y gratitud.

Price, John Randolph The Wellness Book (Edición en inglés) (pp. 9-10). Hay House. Edición de Kindle.