Cuando llamas a los Ángeles y les pides que trabajen contigo – ya sea a través de una simple petición, una sola vez, o a través de una interacción regular – sucede algo distinto e innegable – comienzas a sentir una energía más elevada en tu vida. El aura o energía de los Ángeles resuena con una vibración tangible que siempre nos hace sentir mejor. Cuando entramos en oración profunda o meditación, notamos que esta energía superior se siente aún más fuerte.

Entonces, ¿qué es esta energía, y por qué se siente tan edificante y curativa? Sencillo, es amor. Pero, ¿qué es el amor? El amor es muchas cosas para muchas personas diferentes, pero definido de forma más sencilla, el amor es el sentimiento de conexión, seguridad, garantía y comodidad. El amor nos dice que estamos a salvo, que no estamos solos, que somos especiales y que somos capaces de conexiones mucho más profundas de lo que el ojo puede percibir. La energía que conocemos como amor, y los sentimientos asociados a ella, es la frecuencia vibratoria innata de Dios (quienquiera que sea Dios para ti: el Creador, la fuente de la vida, etc.). Los Ángeles, que son una extensión directa de la energía de Dios, resuenan con esta misma vibración Celestial. Nos atrae tanto el amor como concepto porque es familiar para nuestras almas, es nuestro hogar. Cuando sentimos amor es una experiencia sanadora y edificante. Así que es natural que estemos tan dispuestos a llamar y trabajar con los Ángeles. Independientemente de tu relación terrenal con el amor, todos y cada uno de nosotros nos beneficiamos de estar en su esfera vibratoria de influencia.

Si te cuesta permitir el amor, trabajar con la energía superior del Cielo y con los Ángeles en tu vida es una forma fantástica de realizar cualquier trabajo de sanación/perdón que quieras o necesites hacer. Debido a que los Ángeles tienen una sola intención – ayudar a la humanidad – ninguna fuente de amor podría ser más segura e ilimitada. Tanto si invocas a Dios directamente como si trabajas regularmente con tus guías espirituales, todo el reino energético que te rodea está inundado de energía de amor. Así que tómate un momento al día para hacer algo bueno por ti mismo y por tu alma – invoca a quienquiera con quien trabajes más estrechamente y pide estar rodeado y elevado por su energía. Pídeles que infundan tu energía con la suya y tómate un momento de silencio para simplemente apoyarte y ser. Te prometo que con la oración regular empezarás a sentir, innegablemente, exactamente de lo que estoy hablando.

Te mereces amor, el Cielo está hecho de amor, tú eres parte del Cielo – ¡así que por favor no te niegues ni un segundo más de esta gloriosa y transformadora luz!

Por Charles Virtue